Anthony Albanese, leader of Australia’s Labor Party, addresses supporters after incumbent Prime Minister and Liberal Party leader Scott Morrison conceded defeat in the country’s general election, in Sydney, Australia May 21, 2022. REUTERS/Jaimi Joy
Liderado por Anthony Albanese, el Partido Laborista de Australia, ganó el pasado 21 de mayo, las elecciones generales, imponiéndose a la coalición conservadora del primer ministro Scott Morrison, que ostentaba el poder desde 2013.
Las proyecciones de la Comisión Electoral Australiana otorgan 71 escaños a los laboristas, frente a 53 que habría obtenido la coalición Liberal-Nacional de Morrison.
«Esta noche el pueblo australiano ha votado por el cambio», dijo el líder de los laboristas, en un acto de su partido en Sidney, en el que se comprometió a «impulsar la productividad, aumentar los salarios y los beneficios» para que la «economía que trabaje para las personas y no al revés».
«Quiero que Australia siga siendo un país que, independientemente de dónde vivas, de a quien adores, de a quien ames o de cuál sea tu apellido, no ponga restricciones a tu camino en la vida», expresó Albanese, al prometer también acciones contra la crisis climática, así como el reconocimiento de los indígenas de su país y la igualdad de género, entre otros temas.
Morrison, por su parte, habló ya con Albanese para felicitarlo por su triunfo y reconoció la derrota en la que calificó como una «noche difícil y decepcionante».