De Manhattan al Zócalo, Interpol

Anthony Philip Harford (Tony Martin)

Maricela Palma.

Comenzamos la semana y el mes con el anuncio del regreso de Interpol a nuestro país, esto ocurrirá el próximo 20 de abril en el Zócalo de la Ciudad de México.

La noticia trajo consigo comentarios buenos y malos, pero lejos de tomar estos conciertos como pretexto para debatir si las bandas nacionales deberían ocupar ese espacio y no así los artistas internacionales, enfoquémonos en la música y la carrera de la banda estadounidense.

La banda comandada por Paul Banks surgió en la primera década del siglo XXI, como un proyecto de indie rock, en pleno auge de lo que llamaron «El renacimiento del post-punk», caracterizándose por sus riffs pegadizos, batería rítmica y líricas que reflejan el sentir de los integrantes de la banda, pues además de Banks, Sam Fogarino y Daniel Kessler también participan en la composición de las canciones.

Interpol cuenta con 7 producciones de larga duración bajo el brazo, Turn On The Bright Lights (2002), fue la primera de ellas que literalmente encendió las luces del escenario a una de las bandas que marcaría desde entonces el camino al que se dirigiría el sonido indie de las nuevas generaciones. Guitarras hipnotizantes, una voz impresionante y bajo exquisito nos sumergen en un sube y baja de emociones intensas que logró llegar a los primeros lugares de las listas de popularidad como uno de los mejores álbumes de aquel año.

Antics (2004), muestra un lado más luminoso de la banda estadounidense, donde las guitarras distorsionadas terminaron por definir su sonido, las letras abordan el amor… pero no del bonito y recíproco, sino del que se siente por alguien que no sabe de nuestra existencia. En el año que la banda lanzó este disco la crítica aseguraba que estábamos ante el mejor disco de Interpol, ¿Ustedes qué opinan? Lo cierto es que fue un paso más hacia el éxito.

Con la llegada de Our Love To Admire (2007), Interpol ingresó a las filas de Capitol Records, haciéndose de la mano de Rich Costey en la producción, como pieza clave en el sonido y el éxito de este disco un tanto cuanto más complejo que refleja el crecimiento de la banda que explota todos sus recursos de una manera genial, muestra de ello son los sencillos: The Heinrich Manuever y Mammoth, que fueron muy bien arropados por el público.

Durante el cuarto álbum homónimo de Interpol, se vivió una revolución al interior de la banda, Carlos Dengier dejó el proyecto y Banks se apropió del bajo y siguió dándole vida a las canciones con su grandiosa voz. Este disco por segunda ocasión fue grabado en los Electric Lady Studios, con él dieron una vuelta a sus inicios, a esa melancolía tan peculiar en la banda que mantiene un halo de oscuridad.

Hace diez años vio la luz El Pintor (2014), el quinto y genial álbum de Interpol que una vez más volvía a ser completamente independiente, ellos mismos se encargaron de la producción, aunque se nota la mano de Alan Moulder en la mezcla. Si bien hubo un reacomodo en las piezas la banda no se sintió incompleta pues hubo algunos músicos invitados entre ellos Brandon Curtis, Roger Joshep Manning y Rob Moose. El poderío seguía latente desde All The Rage Back Home hasta Twice As Hard.

Marauder (2028) trajo de vuelta al estudio a la banda, con un sonido predecible en la nostalgia, en la oscuridad y en el minimalismo, lo cual por supuesto no decepciona, es su esencia y esta puede dar algunos giros, variar en algunos cortes y al final seguir siendo la banda que todos esperábamos, Dave Fridmann fue la mente encargada de la producción que ideó la manera en que Flight Of Fancy, Number 10, The Rover, If You Really Love Nothig y el resto de los tracks mantuvieran un sonido nítido tanto en el disco como en las presentaciones en vivo. 

Como un excelente bonus track de Marauder, llegó A Fine Mess (2019) un EP con 5 tracks que no lograron entrar en el disco anterior, pero sirvieron como un extraordinario puente para llegar al más reciente de sus discos: The Other Side Of Make-Believe (2022), un álbum pensado y gestado en plena pandemia del COVID-19, lo cual trajo consigo un dejo de luz y esperanza, esa que todos necesitábamos en aquel entonces

The Other Side Of The Make-Believe vino acompañado de una voz mucha más medida por parte de Banks, con letras introspectivas que dejan lugar a un sonido tirado al jazz en donde el piano reluciente de Daniel Kessler, le otorgan una belleza y resplandor poco explorado.

Estamos seguros de que el tracklist que Interpol está preparando para su próxima presentación en nuestro país será todo un emocionante viaje por todas sus producciones… como emocionante y divertida espero sea esta sección musical para ustedes.

Maricela Palma

Sigue a Maricela Palma en Instagram y X: @maricelita

Los textos publicados en la sección de Opinión son responsabilidad exclusiva del autor.

Entérate de todas las noticias por medio de nuestra cuenta oficial en Instagram

Read Previous

Declara Ecuador “persona non grata” a embajadora de México, tras comentarios de AMLO

Read Next

Sismo de magnitud 4.8 sacude Nueva York