Lo que cambia en tu día a día al moverte
El Ágora
Por Ana Gómez
En Aguascalientes estamos a punto de estrenar una nueva Ley de Movilidad y Seguridad Vial, un marco jurídico que promete transformar la manera en que nos desplazamos y convivimos en las calles.
El cambio más importante es la transformación institucional. La ley anterior tenía como órgano encargado a la Coordinación General de Movilidad (CMOV), una instancia con atribuciones limitadas y dependiente de la administración del Gobierno del Estado.
Hoy, la nueva norma crea la Agencia de Movilidad del Estado de Aguascalientes (AMOVEA), un organismo público descentralizado con personalidad jurídica y patrimonio propios, además de autonomía técnica, operativa y de gestión.
Esta agencia no solo coordinará la movilidad, sino que planeará, regulará y supervisará la movilidad en el Estado. Es un paso decisivo hacia la modernización institucional, para pasar de un área administrativa a una entidad con capacidad real de diseñar políticas públicas de largo plazo que no beneficien realmente como ciudadanos.
Lo que cambia para ti
Más allá de la nueva estructura institucional, lo que realmente importa es cómo esta Ley de Movilidad y Seguridad Vial impacta nuestra vida diaria. La jerarquía de movilidad coloca al peatón como prioridad, seguido por ciclistas y transporte público, dejando al automóvil particular en último lugar. Esto obliga a que las calles se diseñen pensando primero en quienes caminan.
Los límites de velocidad también cambian: 20 km/h en zonas escolares y hospitalarias, 30 km/h en colonias, 50 km/h en avenidas y 80 km/h en vías rápidas, con el objetivo de reducir accidentes y salvar vidas.
En el transporte público, los usuarios continúan con descuentos para estudiantes, adultos mayores y personas con discapacidad; el transporte deberá contar con seguro obligatorio para pasajeros; será gratis para niños menores de un metro de altura.
Las plataformas como Uber y Didi deberán ajustarse a nuevas reglas de hologramas visibles, botón de alerta, GPS y luces interiores encendidas de noche. En movilidad personal, ciclistas y usuarios de scooters deberán usar casco y lentes, respetar una velocidad máxima de 25 km/h y portar luces si circulan de noche.
Finalmente, se refuerzan prohibiciones y sanciones, cero alcohol para transporte público y de carga, límites estrictos para particulares y sanciones por obstruir rampas o banquetas.
Esta ley nos protege como peatón, como pasajero y como conductor. Reconoce nuestros derechos y establece obligaciones claras para todas y todos. Es un avance que coloca a Aguascalientes en la ruta de las ciudades modernas que entienden la movilidad como un ecosistema compartido.
Lo que aún falta
Sin embargo, no todo está resuelto. La nueva ley no contempla la regulación de las pipas de gas, diésel o gasolina, un tema que he propuesto en el Congreso y que considero urgente.
La circulación de estas unidades pesadas y altamente peligrosas en horarios de alta afluencia ciudadana es un riesgo latente. Mi propuesta ha sido clara, que las pipas circulen únicamente en horarios de baja densidad, que se definan las vías permitidas y que se establezcan límites de velocidad estrictos. No se trata de obstaculizar la economía, sino de prevenir accidentes catastróficos.
La memoria nos obliga, hace unos años, en la colonia México, una pipa de combustible intentó ganarle el paso a un tren. El resultado fue devastador, una explosión y un incendio, que generó más de 120 inmuebles dañados, 50 vehículos consumidos por el fuego y miles de personas evacuadas. Esa tragedia nos mostró lo que significa la falta de regulación en este tema.
Y no es un caso aislado. Este mismo año, en 2025, México ha sido testigo de accidentes fatales relacionados con pipas. En septiembre, una pipa de gas LP volcó y explotó en el Puente de la Concordia, Iztapalapa (CDMX), dejando 32 muertos y 63 lesionados. En distintos puntos de la autopista México–Puebla, se registraron múltiples accidentes con pipas de gasolina y diésel, con víctimas mortales y cierres carreteros prolongados.
Estos hechos confirman que la movilidad segura no puede ignorar el transporte de combustibles. La nueva ley avanza en derechos ciudadanos, pero deja un vacío en la regulación de uno de los riesgos más graves que enfrentamos en las calles.
Compromiso hacia adelante
Por eso, aunque celebro la promulgación de la nueva Ley de Movilidad y Seguridad Vial, reitero mi compromiso de volver a presentar la iniciativa para regular la circulación de pipas. No podemos esperar a la próxima tragedia para actuar. La movilidad debe ser integral, cuidar al peatón, al ciclista, al pasajero, pero también protegernos de los riesgos que representan los vehículos de carga peligrosa.
La transformación institucional con la creación de la AMOVEA es un paso histórico. La protección al ciudadano en su vida diaria es un avance tangible. Pero la seguridad plena sólo llegará cuando atendamos todos los frentes, incluyendo la regulación de las pipas. Porque la movilidad no es solo llegar de un punto a otro, es garantizar que lleguemos vivos y seguros con nuestras familias.
Sigue a Ana Gómez en X: @AnaGomezCalzada
*Los textos publicados en la sección de Opinión son responsabilidad exclusiva del autor.
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