
La carta de Andy
Se hundió más.
En carta dirigida a la opinión pública, Andrés Manuel López Beltrán respondió a las críticas por las fotografías que le tomaron vacacionando en Japón. Sus explicaciones, lejos de calmar las aguas, generaron mayor indignación, incluso entre morenistas.
No es su primer tropiezo. Le encargaron las elecciones en Durango, ahí se instaló a vivir y sufrió dolorosas derrotas, entre ellas la de la capital del estado, donde cayeron al tercer lugar. Con la herida abierta pidió encarecidamente que no le llamen Andy, que usen su nombre completo, el mismo del expresidente.
Con ello confirmó su falta de méritos. El único capital político que tiene es ser hijo de su papá. Pero el problema es que no heredó la facilidad para mentir y simular. Argumentó que tenía la urgencia de tomar vacaciones tras “extenuantes jornadas de trabajo”, lo cual provocó tremenda carcajada nacional. No lleva ni diez meses en el cargo de secretario de organización de Morena.
Todavía más hilarante fue que asegurara haber aprendido desde niño que el poder es humildad y vivir en la justa medianía, después de decir que la noche de hotel en Tokio le costó 7,500 pesos, casi un mes de salario mínimo. Y todavía le fue peor cuando el Reforma exhibió su mentira, documentando que en el hotel Okura, donde se hospedó, cuesta el triple, 22 mil pesos. La única verdad que dijo es que el desayuno venía incluido. Del séquito que le cargaba las bolsas al salir de Prada, guardó silencio.
El final es de antología. Andy se dice dispuesto a pagar una cuota de humillación porque vale la pena “luchar por una causa justa y contra los opresores del pueblo”. La demagogia victimista no oculta que su verdadera causa es enriquecerse. No en balde lo asocian con negocios turbios, contratos a cercanos y redes de corrupción. La reconocida periodista Anabel Hernández lo vincula al huachicol, negocio ilegal que creció como nunca con López Obrador. Pero el príncipe heredero en algo tiene razón: No somos iguales.
Fernando Belaunzarán en Instagram: @fer_belaunzaran, en X: @ferbelaunzaran
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