Leslie Figueroa
Por Leslie Figueroa, Diputada de Aguascalientes
De 2013 a 2021 se registraron en España 40 asesinatos de menores a manos de sus progenitores, producidos tras el cese de convivencia o cuando la mujer inició una nueva relación sentimental. Derivado de la violencia presentada en España se creó la “ley vicaría”; una regulación que salvaguarda a las mujeres y sus hijas e hijos de conductas machistas y de violencia de género.
La violencia vicaria es aquella que se ejerce a la mujer a través del daño a través y hacia terceros, por lo que no sólo tiene como víctima a la mujer, sino que lastima y vulnera principalmente a niñas, niños y adolescentes.
Se trata de una serie de violencias; psicológicas, emocionales, físicas y económicas, con la intención de causar daño a una víctima central, la mujer, y otras colaterales, que son personas con relación filial, principalmente de hijas o hijos, quienes son utilizados y amenazados por los propios agresores para que se pongan en contra de la mujer, la agredan o no quieran estar con ellas.
Esas hijas e hijos sufren daños físicos, emocionales y psicológicos muchas veces irreparables por lo que son también víctimas de la violencia, y están más expuestos a convertirse en víctimas de otros delitos; como la sustracción, la violencia física, psicológica, abuso sexual y hasta el parricidio.
En México hay organizaciones como el Frente Nacional Contra Violencia Vicaria y asociaciones feministas como FEMxFEM, que apoyan a las mujeres en situaciones de este tipo, sin embargo, hasta la fecha tan sólo 5 estados del país tienen legislación al respecto y al no encontrarse reconocida, la información de la misma es muy escasa.
De acuerdo con las estimaciones del Frente Nacional Contra Violencia Vicaria:
“En los casos de violencia vicaria, el 88% de los agresores amenaza a la mamá con hacerle daño a través de sus hijos e hijas al tiempo que el 90% de las mujeres tiene denuncias falsas y en el 80% el agresor es deudor alimentario.”
Al no estar reconocida la violencia vicaria en nuestro marco jurídico dificulta a las y los operadores de justicia reconocerla, lo que facilita a los agresores seguir ejerciéndola con impunidad.
No podemos voltear a otro lado ignorando situaciones que afectan cada vez a más mujeres y nuestras infancias y juventudes. La violencia vicaria existe y debemos buscar castigo para quien la realiza y protección a las víctimas.
Resulta necesario incluirla en la Ley de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia de cada Estado del país, al reconocerla y mencionarla, podremos avanzar en construir un marco de actuación, además de que esto nos permitirá generar datos precisos que ayuden a identificarla, prevenirla, atenderla eficazmente y contribuir a erradicarla.
En Aguascalientes presenté el pasado 23 de junio esta iniciativa, pero aún hay mucho trabajo legislativo que tendremos que realizar una vez que sea analizada y aprobada.
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