Sofía Santoscoy
Por: Sofía Santoscoy
El sistema de la Reserva Federal (FED, por sus siglas en inglés) está compuesto por la Junta de Gobernadores de Reserva (Reserve Board of Governors), 12 Bancos Federales de Reserva, que operan de manera independiente bajo supervisión de la Junta de Gobernadores de Reserva y el Comité de Mercado Abierto Federal (FOMC, por sus siglas inglés). De esta forma, la FED tiene como objetivo conducir la política monetaria de Estados Unidos, promover la estabilidad del sistema financieros, fomentar la seguridad y facilitar el sistema de pago y liquidación, así como la promoción del desarrollo económico.
En el caso de Banco de México, este tiene como finalidad proveer a la economía del país de moneda nacional, procurar la estabilidad del poder adquisitivo de dicha moneda, así como promover el sano desarrollo del sistema financiero y propiciar el buen funcionamiento de los sistemas de pagos (ambas definiciones pueden ser consultadas en los sitios oficiales de los bancos centrales). Por lo tanto, se observa que la mayor diferencia entre ambos, es que Banxico se enfoca únicamente en mantener una inflación baja y estable, obviamente tendrá que tomar en cuenta sus repercusiones en la economía mexicana, pero no es su función desarrollarla o promoverla (al principio de la crisis de la pandemia, implementó diferentes herramientas para facilitar el crédito y su pago, a través de la banca comercial para que las personas pudieran seguir consumiendo).
En la teoría, ambas instancias y sus acciones son independientes, pero en la práctica hemos visto un acercamiento por parte de Banxico hacia la FED.
Notablemente, hacia 2011 Banxico disminuyó la frecuencia de sus reuniones monetarias hacia ocho como lo realiza la FED. Poco después, en 2018, Banxico ajustó la programación de sus reuniones hacia finales de dicho año para que fueran muy cercanas a las de la FED. Ese mismo año, si mi memoria no me falla, también se ajustó la hora para la difusión del anuncio de Banxico para pasar de las 9am a la 1pm, misma hora en la que la FED da a conocer sus decisiones.
De esta forma, Banxico se ha ajustado para tomar en cuenta los anuncios de la FED en sus propias decisiones, con el fin de mantener la estabilidad financiera y el poder adquisitivo de la moneda en nuestro país.
Recientemente, las dos últimas acciones de la FED han provocado los mismos ajustes por parte de Banxico (dos aumentos continuos de 75 puntos bases). Asimismo, si uno observa las minutas de la instancia monetaria mexicana, los integrantes de la Junta de Gobierno tal cual expresan la importancia de mantener un rumbo monetario cercano al de Estados Unidos, en gran parte por la fuerte relación tanto económica como financiera entre ambos.
Lo que ahora se ha comenzado en poner en duda, es que pasará en los próximos meses. Hasta el momento, la inflación estadounidense cedió suavemente en julio, en tanto que la mexicana sigue presionándose. Esto podría provocar que la FED vuelva a elevar sus tipos de interés, pero a un ritmo ligeramente menor (50 pb), en contraste con Banxico, que posiblemente tendría que elevar en la misma proporción anterior (75pb) ya que los precios al consumidor siguen sin ceder.
Esto podría desvincular en cierto punto la fuerte relación entre ambas instituciones, no se considera que sea grave, ya que como se mencionó anteriormente, Banxico normalmente solo “toma en cuenta” lo que ocurre. Cabe mencionar, que ya ha existido un deslinde entre ambos: Banxico comenzó desde el año pasado a ajustar al alza el nivel de la tasa de referencia, mientras que la FED apenas comenzó este año, en ningún momento vimos efectos adversos sobre el sistema financiero mexicano, al contrario fueron bien recibidos dichos ajustes.
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