Hoy celebramos la vida de Anthony Philip Harford (Tony Martin)

Anthony Philip Harford (Tony Martin)

Maricela Palma.

Hoy celebramos la vida de Anthony Philip Harford (Tony Martin), un multi-instrumentista con un perfecto dominio de guitarra, bajo, batería, violín, teclados, armónica, gaitas y flauta dulce, aunque el principal motivo por el cual lo recordamos es por haber sido parte de Black Sabbath en un periodo casi tan extenso como el del tío Ozzy Osbourne, en un periodo que abarcó de 1987 a 1991 y de 1993 a 1997, luego de la salida de Ray Guillen.

El primer disco de Black Sabbath que incluyó la voz de Tony Martin fue The Eternal Idol, un disco complejo que según la crítica se quedó corto en cuanto a la rudeza y crudeza sonora que la banda había venido presentando.

Un par de datos curiosos sobre este disco son que tras la salida inesperada de Ray Guillen de la banda y de que los tracks fueran regrabados por Harford, el único rastro de Guillen fue una risa de fondo en la canción Nightmare y el otro dato es que el disco gustó tan poco al sello discográfico que terminaron su contrato y salió editado de manera independiente.

Sin embargo, no todo fue malo durante la incursión de Tony Martin en Black Sabbath, en 1990 editaron su décimo quinto álbum titulado TYR, fichado por el sello I.R.S. Records, un disco que para muchos ha sido de lo mejor que la banda de heavy metal ha publicado, aunque en su momento no fue valorado ni por los fans ni por la crítica, el valor y el aprecio llegó con los años.

Luego del caos vivido al interior de la banda, en TYR por fin se vislumbraba un poco de estabilidad en su alineación esta vez conformada por: Tony Iommi, Cozy Powell, Neil Murray y por supuesto Tony Martin. Rock duro y puro emanaba de su interior, nombrado como el Dios de la guerra, además de ser escrito con tipografía de las runas salidas de la piedra de Rök con una base orientada a la religión de diferentes latitudes.

Más tarde, dentro de Black Sabbath volvió a vivirse una revolución, Ozzy Osbourne tuvo un nuevo capítulo y a su salida Tony Martin volvió a ser la voz al mando del décimo séptimo disco titulado Cross Purposes de 1994. El título fue tomado de uno de los niveles del vídeo juego Rise Of The Tread, una producción cruda que reflejaba los problemas sociales, una que otra reflexión mística, acompañado de riffs poderosos, baterías descomunales y guitarrazos muy bien apreciados y encantadores que mantienen un alma sombría y melancólica.

Tony Martin cerró de esta manera el ciclo con Black Sabaath, ha seguido colaborando con múltiples artistas y lanzando discos como solista; Scream, Who Put The Devil In Santa y Thorns, sin duda un músico fuera de serie que seguimos celebrando y admirando.

Larga vida a una de las voces más apreciadas del heavy metal, larga vida a Tony Martin.

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