Héctor Escalante.
La broma simplona, el chiste básico, la burla barata se pueden ver en cualquier programa de comedia de medio pelo, pero ver eso en la conferencia mañanera del presidente Andrés Manuel López Obrador, es más que lamentable; ver que desde Palacio Nacional las respuestas oficiales de un jefe de estado rayan en lo absurdo, en lo llano.
Desde cualquier ángulo y análisis que se pueda hacer respecto al comportamiento del mandatario, en aquello que el oficialismo llama ejercicio de rendición de cuentas, el resultado deja mucho que desear. Las mañaneras se han convertido en un espectáculo lamentable de propaganda política en beneficio de una sola persona.
Resulta imposible que, con un poco de responsabilidad ciudadana y sentido común, no se haga una crítica al contenido y las respuestas, muchas de ellas falsas o incompletas, que ofrece el presidente todas las mañanas. No hay nada peor para un país que ciudadanos sin crítica.
Muchas de las críticas que se realizan no se hacen por cuestiones ideológicas sino por sentido común, ni siquiera hay que ser un analista para intuir que lo que se dice en las conferencias matutinas es equivocado, sin rigor y con respuestas editoriales respecto a los hechos.
A nadie le beneficia que ciudadanos que apoyan al presidente aplaudan todo lo que dice, porque la empatía y la confianza no debe suplir la inteligencia. El razonamiento y el pensamiento crítico hacen mejor a un ciudadano, en cambio el aplauso y el apoyo a la broma barata no lo dignifica.
Una vez más se escuchó a Chico Che en la mañanera, una vez más el jefe del estado mexicano desde el Palacio Nacional hace una broma simplona sobre un tema tan delicado como las consultas que solicitó Estados Unidos sobre la política energética en nuestro país.
A muchos mexicanos nos avergüenza lo que sucede todas las mañanas desde el salón d. No se requiere ser oposición para criticar al mandatario, de hecho, se debe elevar la crítica a todos aquellos que están en el poder. Sin embargo, lo peor que se puede hacer como ciudadano es no elevar esa crítica.
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