El cohete Starship, desarrollado por la empresa estadounidense SpaceX de Elon Musk, explotó durante su primer vuelo de prueba poco después de despegar, en Texas.
A pesar del incidente, a través de redes sociales, aseguraron que fue todo un éxito. Han afirmado que el resultado de la prueba ha sido positivo y que se podría volver a intentar en unos meses.
SpaceX, retrasó su primer intento el 17 de abril solo unos minutos antes del lanzamiento debido a una válvula de presión congelada.
Este intento, no tuvo personas a bordo, fue lanzado a las 9:28 am, hora de Nueva York, con una ventana de lanzamiento de 62 minutos.
Aún no se sabe a ciencia cierta, cual fue la verdadera razón del imprevisto, aunque el fracaso del despegue era una probabilidad bastante alta.
En los primeros momentos del despegue parecía que todo iba de acuerdo al plan, pero el cohete empezó a dar vueltas sobre su eje y en vez de separarse, tal y como estaba previsto en la primera etapa de vuelo, la nave terminó explotando y sin finalizar los 90 minutos de travesía antes de caer cerca de Hawai.
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Elon Musk, había mencionado anteriormente que cualquier acontecimiento sería un éxito si no acabara con la destrucción de la plataforma, lo cierto es que pese a la explosión, el hecho de que el cohete haya podido despegar de la plataforma, siendo considerado como el cohete más grande, se considera un triunfo.