Los derechos humanos en la era digital

La progresividad de los derechos humanos atiende a las actualizaciones sociales, por lo que es indispensable hablar de las violencias digitales ya que vulneran la dignidad personal, y la salud física, emocional y mental de las personas involucradas.

Vivimos en una época en la que, la tecnología está literalmente en las manos de todos, el acceso a información y contenidos es universal y de forma inmediata.

Esto trae importantes ventajas pero también implica mucha responsabilidad, pues los contenidos que se publican y comparten no son siempre ciertos o positivos, esto nos hace estar expuesto a diversas modalidades de peligro y violencia.

Hay que hacer conciencia de que tener acceso a publicar, compartir y comentar contenidos muchas veces de forma anónima trae consigo responsabilidades en el mundo real, ya que no sólo viven en la red, estas interacciones impactan en la vida “real” y las conductas que se realizan en el ámbito digital de hecho pueden tener más impacto que los que realizamos de forma presencial o física debido a la inmediatez y la falta de límites digitales.

El impacto que tiene la información, depende de la cantidad de personas a las que llega y la velocidad con la que se difunde, en Internet, con dispositivos como teléfonos, computadoras, tabletas, etc., los contenidos son difundidos y observados casi de forma inmediata y vistos por grandes audiencias, factores que pueden potencializar el impacto de los mismos.

La violencia, es un concepto en constante actualización y se amplía con los medios de distribución  y las herramientas que se emplean para ejercerla, en el caso de la violencia digital se manifiesta con actos de acoso, hostigamiento, amenazas, insultos, difusión, sin consentimiento, de datos e imágenes personales, difamaciones, mensajes de odio, difusión de contenido sexual, textos, fotografías, vídeos y/o asuntos personales, constituyen conductas como el ciberbullying, el sexting, el stlaked, el grooming, el shaming y el doxing, todas ellas formas de violencia digital. 

Los medios que se utilizan para ejercer violencia digital son redes sociales, aplicaciones de mensajería instantánea, entre muchas otras plataformas y páginas de internet, a través de teléfonos móviles, correos electrónicos,  fotografías, videos, chats e incluso videojuegos interactivos.

La violencia digital representa un riesgo al acceso a las comunicaciones e información digital, genera consecuencias psicológicas, emocionales y sociales para las víctimas y limita el uso, goce y disfrute de los derechos humanos de todas las personas, especialmente de las mujeres, adolescentes y niñas.

En la legislación actual existen un conjunto de reformas dirigidas a reconocer la violencia digital y sancionar los delitos constitutivos de violencia ejercida a través de medios digitales. Pero no es suficiente. 

Reconocer la violencia digital es el primer paso para prevenirla, combatirla y erradicarla. Romper el ciclo de violencia digital está en nuestras manos, no sólo al no compartir contenidos y no ejercerla, sino denunciándola cuando la detectamos. 

No estás sola ni solo, no dejemos que la violencia digital escale y se normalice, alcemos la voz, señalemos y denunciemos sin dudarlo estas conductas.

Los textos publicados en la sección de Opinión son responsabilidad del autor que lo emite y no plasma el criterio de México Habla.  

La violencia nunca debe ser opción

Por Leslie Figueroa, Diputada de Aguascalientes

De 2013 a 2021 se registraron en España 40 asesinatos de menores a manos de sus progenitores, producidos tras el cese de convivencia o cuando la mujer inició una nueva relación sentimental. Derivado de la violencia presentada en España se creó la “ley vicaría”; una regulación que salvaguarda a las mujeres y sus hijas e hijos de conductas machistas y de violencia de género. 

La violencia vicaria es aquella que se ejerce a la mujer a través del daño a través y hacia terceros, por lo que no sólo tiene como víctima a la mujer, sino que lastima y vulnera principalmente a niñas, niños y adolescentes.

Se trata de una serie de violencias; psicológicas, emocionales, físicas y económicas, con la intención de causar daño a una víctima central, la mujer, y otras colaterales, que son personas con relación filial, principalmente de hijas o hijos, quienes son utilizados y amenazados por los propios agresores para que se pongan en contra de la mujer, la agredan o no quieran estar con ellas.

Esas hijas e hijos sufren daños físicos, emocionales y psicológicos muchas veces irreparables por lo que son también víctimas de la violencia, y están más expuestos a convertirse en víctimas de otros delitos; como la sustracción, la violencia física, psicológica, abuso sexual y hasta el parricidio.

En México hay organizaciones como el Frente Nacional Contra Violencia Vicaria y asociaciones feministas como FEMxFEM, que apoyan a las mujeres en situaciones de este tipo, sin embargo, hasta la fecha tan sólo 5 estados del país tienen legislación al respecto y al no encontrarse reconocida, la información de la misma es muy escasa.

De acuerdo con las estimaciones del Frente Nacional Contra Violencia Vicaria:

“En los casos de violencia vicaria, el 88% de los agresores amenaza a la mamá con hacerle daño a través de sus hijos e hijas al tiempo que el 90% de las mujeres tiene denuncias falsas y en el 80% el agresor es  deudor alimentario.”

Al no estar reconocida la violencia vicaria en nuestro marco jurídico dificulta a las y los operadores de justicia reconocerla, lo que facilita a los agresores seguir ejerciéndola con impunidad. 

No podemos voltear a otro lado ignorando situaciones que afectan cada vez a más mujeres y nuestras infancias y juventudes. La violencia vicaria existe y debemos buscar castigo para quien la realiza y protección a las víctimas.

Resulta necesario incluirla en la Ley de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia de cada Estado del país, al reconocerla y mencionarla, podremos avanzar en construir un marco de actuación, además de que esto nos permitirá generar datos precisos que ayuden a identificarla, prevenirla, atenderla eficazmente y contribuir a erradicarla.

En Aguascalientes presenté el pasado 23 de junio esta iniciativa, pero aún hay mucho trabajo legislativo que tendremos que realizar una vez que sea analizada y aprobada. 

Los textos publicados en la sección de Opinión son responsabilidad del autor que lo emite y no plasma el criterio de México Habla.  

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