Guacamaya

No es nuevo que grupos de hackers o activistas hagan públicos documentos gubernamentales o de seguridad nacional en distintas partes del mundo. El más conocido fue, probablemente, el de WikiLeaks y su fundador Julian Assange, recientemente reconocido con las llaves de la Ciudad de México, entregadas por el gobierno a su familia. 

“Panamá Papers”, “Pandora Papers” y otros documentos han expuesto a grandes corporaciones y gobiernos. Hoy se habla de “Guacamaya”, quienes han hecho pública información sobre seguridad nacional en México, Chile, Guatemala y Perú. En el caso de México, el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador acreditó las filtraciones en la conferencia mañanera.

El debate entre el reconocer a quienes filtran información gubernamental o quienes aseguran es un delito que se debe perseguir y castigar se hace presente una vez más. Muchos líderes en el mundo han defendido a Julian Assange, incluso en foros internacionales. Hoy, muchos defensores de la práctica padecen las filtraciones desde sus propios gobiernos. 

¿Acaso hay filtraciones buenas o malas? Uno de los problemas en tomar postura en favor de estas acciones es que no se pueden desacreditar cuando les pasa a aquellos quienes lo defendieron. En estricto sentido, vulnerar a las instituciones de gobierno es un delito, no hay duda. 

El debate de fondo es la falta de transparencia de los gobiernos expuestos, no hay alguno en el mundo que no haga lo posible por ocultar cierta información. El grave problema es que todos los de niveles de gobierno evitan informar sobre ciertas acciones, muchas de ellas de interés público. 

No hay duda en que existe información de seguridad nacional que no se puede divulgar, que los gobiernos deben resguardar comunicaciones que solo a ellos les corresponde tener y utilizar. No todo es público, no todos debemos saber todo.

Guacamaya expuso a gobiernos en América Latina, cada uno de ellos respondió de manera distinta y en cada país el recuento de daños se percibe distinto. Por diversas razones, en México no es el escándalo que se pudiera imaginar, mucho tiene que ver con los niveles de popularidad de este gobierno, eso no se puede negar.

Sin embargo, debemos insistir en que el tema de fondo es la falta de transparencia de los gobiernos del mundo, mientras se repitan estas acciones habrá hackers que, por las razones que sean y las agendas que tengan, podrán exponer a aquellos a quienes no fueron transparentes.

Los textos publicados en la sección de Opinión son responsabilidad del autor que lo emite y no plasma el criterio de México Habla.  

¿Quiénes son los hackers “Guacamaya” y qué otros países han atacado?

«Guacamaya» es un grupo de hackers que busca crear resistencia por medio de infiltrar información de gobiernos de distintos países.

Además de sustraer 6 terabytes de información de la Secretaría de la Defensa (Sedena), este grupo conocido como “Guacamaya” ha ultrajado contenidos de distintos países para dar un mensaje contra la explotación, la invasión, los saqueos, el imperialismo norteamericano y delitos que atenten contra las poblaciones y el planeta.

Según el sitio CyberScope,Guacamaya” está conformado por un grupo de personas que se enfocan en infiltrarse en empresas mineras, policíacas, petroleras, agencias reguladoras latinoamericanas, para obtener información y hacerla pública. En una entrevista, el grupo, que opera desde marzo del 2022, afirmó: 

Guacamaya somos todos, todos los afectados por la invasión y despojo de Abya Yala (nombre utilizado por los pueblos indígenas para describir el continente americano). Somos hijas e hijos de quienes defendieron la vida con la vida misma; somos del sur, del centro, del norte, del caribe; estuvimos, estamos y estaremos en cualquier lugar donde el invasor, el colono, el neocolonista, elsaqueador extractivista, viole los derechos de las comunidades y culturas, exterminando bosques, ríos y mares para acumular lo que considera riqueza”.

El grupo identificado como «Guacamaya» ha infiltrado archivos de Colombia, Chile, Guatemala y ahora México, bajo la premisa de generar justicia globalmente, “a nivel sistémico”. 

“La lucha de un territorio debe ser la lucha de todos, porque en definitiva se trata de la defensa de la vida, de la especie humana y de los demás seres vivos”.

El equipo plantea generar resistencia por medio del hackeo sin miedo a sufrir consecuencias o represalias por parte de las autoridades, pues antes que ello va la “justicia y la verdad”. 

“El miedo a las represalias no está dentro de nuestra experiencia vivida. Vivir criminalizados y presos en un sistema global opresivo ha sido una constante desde nuestro nacimiento. ¿De qué otra cosa podemos tener miedo, si hasta el miedo nos ha sido arrebatado?”. 

Señaló el grupo. 

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