La fiesta de la oficina: ¿diversión o riesgo laboral?

La fiesta de la oficina: ¿diversión o riesgo laboral?

Por Maricruz Rahme

Los compromisos laborales de fin de año suelen ser ineludibles; sin embargo, aunque se presenten como eventos «sociales», se realizan en un contexto laboral y el comportamiento durante el evento puede influir de forma directa o indirecta en la permanencia en la empresa.

La idea de realizar este tipo de actividades en la empresa es fortalecer vínculos mediante la convivencia en un ambiente más relajado, para favorecer la cercanía y la empatía entre los compañeros. Ver a los colegas fuera de su rol profesional reduce tensiones y mejora la comunicación, además de brindar un sentido de pertenencia a la empresa y reforzar la identidad de equipo. Esos espacios pueden facilitar la reducción del estrés tras un año de exigencias laborales.

¿Qué sucede cuando la fiesta no sale como esperamos? Para muchas personas, este tipo de compromisos laborales genera presión social y se sienten obligadas a asistir o a «convivir» aunque no les resulte cómodo. Para otras, estos eventos se perciben como fiestas informales entre amigos y se olvidan de que tienen lugar en un contexto laboral.

Lo anterior puede originar conductas no deseadas que desencadenan sentimientos de culpa al día siguiente y, en algunos casos, incluso despidos. Aunque no hay reportes oficiales de despidos en México por conductas inapropiadas durante festejos, existen estudios, como en el Reino Unido, que muestran bajas laborales tras una fiesta de oficina debido a conductas poco profesionales.

Si bien estas fiestas no son una prueba, sí son escenarios de observación social en los que no se evalúa el grado de diversión, sino el autocontrol, el respeto, el manejo de límites y la coherencia entre lo personal y lo profesional.

De acuerdo con lo anterior, es importante evitar conductas que puedan afectar negativamente la reputación en el entorno laboral. Algunas prácticas que deberían prevenirse incluyen, sin duda, el exceso de consumo de alcohol, ya que puede desencadenar la pérdida de control emocional o verbal, comentarios inapropiados e impulsivos y conductas que contradicen los valores de la empresa.

Otras acciones que también deberían evitarse son coqueteos incómodos, discusiones, chismes, bromas ofensivas o con carga sexual o discriminatoria, quejas abiertas sobre jefes o la empresa, entre otras.

Lo ideal es mantener un comportamiento respetuoso y coherente, manteniendo límites profesionales y mostrando respeto en ese entorno más relajado. Asimismo, es fundamental saber retirarse a tiempo y gestionar los desacuerdos con calma.

En términos de reputación profesional, lo ideal es no subir a las redes fotos en las que se observe explícitamente consumo de alcohol o videos con conductas irrespetuosas. Recordar que el evento se lleva a cabo dentro del ámbito laboral y que se debe vestir de acuerdo a la ocasión, no como una fiesta casual entre amigos; así que ponerse «hasta atrás» no es una opción. En estas fiestas hay que divertirse más y postear menos.

Además, si necesitas orientación o apoyo emocional, puedes consultarme como psicóloga.

Psicóloga Maricruz Rahme en redes sociales 

Facebook: https://www.facebook.com/share/19YZtS7dDg/?mibextid=wwXIfr

Instagram: @psic.maricruz.rahme

psic.maricruz.rahme@gmail.com

Contacto: 56 1686 1523

Los textos publicados en la sección de Opinión son responsabilidad exclusiva del autor.

Te puede interesar: Cómo sobrevivir emocionalmente a diciembre

Entérate de las noticias por medio de nuestra cuenta oficial en Instagram

Cómo sobrevivir emocionalmente a diciembre

Cómo sobrevivir emocionalmente a diciembre

Por Maricruz Rahme

Las fechas decembrinas desencadenan muchas emociones que no siempre son placenteras. Diciembre puede sentirse como un mes emocionalmente cargado, ya que se combinan varios factores que intensifican lo que sentimos.

No todas las personas la pasan bien en esta última parte del año. Diciembre suele interpretarse como la parte final del año, un «balance» que no siempre es favorable porque activa reflexiones sobre lo logrado, lo pendiente y lo que duele.

Asistir a reuniones, ya sean de amigos, familiares o de trabajo, puede generar una sobrecarga social que eleva la reactividad emocional y, en consecuencia, genera estrés.

Muchas personas experimentan ansiedad al asistir a reuniones; la convivencia con familiares, amigos o compañeros de trabajo les provoca una autoexigencia excesiva. Para las personas con temperamento introvertido o alta sensibilidad, este tipo de encuentros pueden drenar su energía y generar tensión anticipatoria.

Las fiestas están llenas de rituales —comida, familia, música, tradiciones— que evocan recuerdos nostálgicos y afectan nuestro estado de ánimo.

En diciembre se espera que «todo sea bonito», «todo salga bien» o «todos estén felices»; cuando la realidad no coincide con esa expectativa, aparece la frustración.

Algunas sugerencias para afrontar las emociones negativas que produce diciembre son:

  • Reducir las expectativas irreales. No es necesario estar feliz, socializar todos los días o cumplir con todo. Bajar la exigencia interna ayuda a liberar la presión emocional.
  • Cuidar los límites. Diciembre suele saturarnos de compromisos; permítete decir «hoy no puedo», salir más temprano o elegir un evento en lugar de asistir a todos.
  • Dar espacio a la nostalgia y permitir sentirla sin juzgarte.
  • Conectar con lo cotidiano. En medio del caos decembrino, volver a lo simple ayuda a regularnos. Cocina algo que te guste, limpia un espacio, escucha música, organiza tu semana, etc.
  • Dosificar la sobrecarga. Si lo social te abruma, toma micropausas: salir a tomar aire dos minutos, ir al baño, respirar, caminar un momento. La clave es regularte antes de saturarte.
  • Llegar a la reunión con una intención clara. Por ejemplo, hablar con una o dos personas, no con veinte.
  • Buscar apoyo emocional. Habla con alguien de confianza y comparte cómo te sientes.
  • Prepararte para enero. Parte de la ansiedad que sentimos en diciembre proviene del cierre; hacer un plan realista para enero nos brinda sensación de control y calma.

Diciembre nos afecta porque combina recuerdos, expectativas, cierre de ciclo, vínculos, etc., y todo eso influye directamente en nuestras emociones. Sin embargo, diciembre también tiene una magia muy especial, así que permítete identificar cómo te sientes y aplica alguna de las sugerencias para que enfrentar esos momentos no sea tan difícil.

Si te interesa trabajar estas emociones con apoyo profesional, consúltame. Como psicóloga, puedo acompañarte para identificar tus desencadenantes, enseñar herramientas prácticas y diseñar un plan de intervención personalizado. No dudes en contactarme para iniciar un proceso de cuidado y crecimiento.

Psicóloga Maricruz Rahme en redes sociales 

Facebook: https://www.facebook.com/share/19YZtS7dDg/?mibextid=wwXIfr

Instagram: @psic.maricruz.rahme

psic.maricruz.rahme@gmail.com

Contacto: 56 1686 1523

Los textos publicados en la sección de Opinión son responsabilidad exclusiva del autor.

Te puede interesar: Autoestima: tu poder invisible

Entérate de las noticias por medio de nuestra cuenta oficial en Instagram

Autoestima: tu poder invisible

Autoestima: tu poder invisible

Por Maricruz Rahme

Cuidarse a uno mismo es fundamental y, a veces, solo nos enfocamos en el cuidado físico y prestamos poca atención al cuidado psicológico.

La autoestima no se hereda; se va construyendo a partir de la información que almacenamos a lo largo de la vida, incluidos nuestros pensamientos, sentimientos, sensaciones, experiencias y vivencias.

La autoestima implica quererse y respetarse; ayuda a sentirse mejor consigo mismo y esto influye en el comportamiento. Cuanto más amor propio tienes, menos miedo hay a la pérdida, eliges relaciones más sanas y toleras menos el maltrato. En cambio, cuando nuestra autoestima es baja, buscamos validación constante, nos cuesta decir «no», hay un miedo exagerado a equivocarse, nos volvemos indecisos y llegamos a aceptar dinámicas tóxicas.

Contar con una autoestima sana nos ayuda ante la ansiedad, la depresión, el perfeccionismo rígido, la autocrítica excesiva y, además, favorece la regulación emocional, la resiliencia y la sensación de control sobre la vida.

Las personas que confían en sí mismas tienden a asumir retos y a tolerar mejor los errores o fracasos.

Algunas sugerencias prácticas y claras para aumentar nuestra autoestima son:

  • Háblate con respeto. Cambia el «soy un desastre» por «tuve un mal día». Habla contigo como hablarías con alguien que amas.
  • Establece límites saludables. Aprende a identificar tus límites físicos, emocionales y de tiempo. Hacerlo protege tu valor.
  • Reconoce tus logros. Haz un «registro de logros»: anota cada día tres cosas que hayas hecho bien. Debemos entrenar a nuestro cerebro para notar lo positivo, ya que por naturaleza tendemos a ver más los errores que los aciertos.
  • Evita compararte constantemente. Debemos compararnos con nosotros mismos, no con otros; pregúntate: ¿qué versión de ti de hace un año mejorarías hoy?
  • Rodéate de personas que te traten bien. El entorno influye; rodearte de personas que te invalidan o critican en exceso solo hará que baje tu autoestima. Prioriza relaciones que te respeten, te escuchen y te impulsen.
  • Deja de buscar aprobación constante. Tu valor no se mide en likes. Antes de preguntar a otra persona «¿qué opinas?», pregúntate «¿qué opino yo?»
  • Reconoce tus emociones sin juzgarlas. Está bien no estar bien todo el tiempo.
  • Celebra tus avances, aunque sean pequeños. Felicítate más, reconoce tus esfuerzos e incluso regálate algo pequeño.
  • Trabaja en tu autocuidado. Dormir bien, alimentarte de forma saludable, moverte y descansar ayudan a fortalecer el bienestar emocional. La mente se siente mejor cuando también cuidamos el cuerpo.

Si te interesa trabajar estos temas con apoyo profesional, puedes consultarme. Como psicóloga especializada en bienestar emocional y manejo del estrés, puedo acompañarte para identificar hábitos y creencias limitantes, diseñar estrategias de manejo y crear un plan de intervención personalizado. No dudes en contactarme para iniciar un proceso de cuidado y crecimiento.

Psicóloga Maricruz Rahme en redes sociales 

Facebook: https://www.facebook.com/share/19YZtS7dDg/?mibextid=wwXIfr

Instagram: @psic.maricruz.rahme

psic.maricruz.rahme@gmail.com

Contacto: 56 1686 1523

Los textos publicados en la sección de Opinión son responsabilidad exclusiva del autor.

Te puede interesar: Las pequeñas cosas que agotan: microestrés

Entérate de las noticias por medio de nuestra cuenta oficial en Instagram


Las pequeñas cosas que agotan: microestrés

Las pequeñas cosas que agotan: microestrés

Por Maricruz Rahme

¿Quién no ha sentido esa reacción del cuerpo ante situaciones dañinas, ya sean reales o percibidas? Si alguna vez experimentaste un incremento en la frecuencia cardíaca, aceleración de la respiración, tensión muscular, agotamiento mental, irritabilidad, dolor de cabeza, entre otros síntomas, ya sabes lo que es el estrés.

El estrés no solo surge ante situaciones malas o difíciles; también puede generarse por eventos positivos como casarse, comprar una casa, recibir un ascenso o ir de viaje. Es importante mencionar que el estrés no solo es causado por factores externos; también puede ser autogenerado, cuando nos preocupa algo que podría ocurrir o cuando aparecen pensamientos irracionales o pesimistas sobre la vida.

Las situaciones que nos generan estrés no siempre son de magnitud elevada; existen también acontecimientos menores, más frecuentes o cotidianos, que son menos relevantes, pero pueden provocarlo. A estos los llamaremos microestresores.

En los últimos años se ha visto que los microestresores negativos pueden provocar tanto estrés como los acontecimientos más dramáticos. La intensidad de cómo percibimos la situación depende de la susceptibilidad emocional de cada persona.

Cuando hablamos de microestrés, nos referimos a esos pequeños momentos de tensión o presión que, por sí solos, parecen insignificantes, pero cuando se acumulan a lo largo del día pueden afectarnos de forma emocional, física y cognitiva. Algunas situaciones que pueden causar microestrés son las notificaciones constantes en el teléfono móvil, las interrupciones en el trabajo, las pequeñas discusiones o malentendidos, los cambios inesperados en la rutina, las pequeñas tareas que vamos dejando pendientes y se acumulan, etc. Asimismo, también hay situaciones como prepararse para una fiesta, boda o reunión, organizar una comida para los amigos, una promoción, un proyecto interesante, comenzar una relación, etc., que también pueden ser microestresores.

Es importante reconocer cuáles son las situaciones que nos generan microestrés, porque, aunque no sean grandes fuentes de estrés, nos generan un aumento en la fatiga mental, dificultan la concentración, activan de forma repetida el sistema de alerta del cerebro y pueden llevar a irritabilidad, ansiedad o sensación de sobrecarga.

¿Cómo podemos identificar nuestros microestresores si son diferentes para cada persona? Una forma de reconocerlos es aprender a notar esos pequeños momentos de tensión que normalmente pasamos por alto. El cuerpo suele advertir antes que la mente, así que es importante reconocer las reacciones físicas como tensión en hombros, cuello o mandíbula; suspiros frecuentes; respiración más rápida; dolores de cabeza o sensación de estar «apretado por dentro». También es útil identificar reacciones emocionales pequeñas como irritabilidad ligera, impaciencia, incomodidad, distracción o bloqueo momentáneo. Revisa cuáles son tus «gotas que llenan el vaso», esas pequeñas situaciones repetidas que te desgastan con el tiempo, como el ruido constante, el desorden visual, pequeñas discusiones o problemas técnicos, entre otros.

Algunas señales de acumulación de microestresores son: agotamiento sin haber realizado tareas pesadas, sensación de saturación mental, menor paciencia o ánimo, y una necesidad urgente de desconectarse o quedarse en silencio.

Sugerencias para combatir microestresores:

  • Realizar ajustes prácticos. Agrupar tareas, limitar notificaciones, planificar microtareas y usar listas o recordatorios simples para descargar la mente.
  • Aumentar la tolerancia a lo inevitable. No podemos evitar el tráfico, los malentendidos o los imprevistos, pero sí cómo nos afectan. Podemos practicar respiraciones lentas, estiramientos breves y liberar hombros y mandíbula.
  • Evitar la acumulación. Tomar pausas breves cada 90 minutos, cerrar las pequeñas tareas para liberar espacio mental y evitar la multitarea.
  • Fortalecer nuestra base emocional. Dormir entre 7 y 9 horas, realizar actividad física ligera diaria, mantener conexiones sociales positivas y establecer límites con personas que drenan la energía.

Si te interesa trabajar estos temas con apoyo profesional, puedes consultarme. Como psicóloga especializada en bienestar emocional y manejo del estrés, puedo acompañarte para identificar tus microestresores, diseñar estrategias de manejo y crear un plan de intervención personalizado. No dudes en contactarme para iniciar un proceso de cuidado y crecimiento.

Psicóloga Maricruz Rahme en redes sociales 

Facebook: https://www.facebook.com/share/19YZtS7dDg/?mibextid=wwXIfr

Instagram: @psic.maricruz.rahme

psic.maricruz.rahme@gmail.com

Contacto: 56 1686 1523

Los textos publicados en la sección de Opinión son responsabilidad exclusiva del autor.

Te puede interesar: Error común: usar términos clínicos para todo

Entérate de las noticias por medio de nuestra cuenta oficial en Instagram

Error común: usar términos clínicos para todo

Error común: usar términos clínicos para todo

Por Maricruz Rahme

Cada vez es más frecuente escuchar palabras o conceptos de psicología en la vida cotidiana y en las redes sociales, pero fuera de contexto o sin conocer su verdadero significado clínico. Es decir, términos que antes se usaban en consulta —como límites, validación, tóxico, narcisista, trauma, entre otros— ahora se usan de forma generalizada y, muchas veces, de manera incorrecta.

Esto se ha puesto de moda por la popularización de la psicología en redes; lamentablemente, el uso excesivo de estos términos puede diluir su significado, ya que se trivializan los conceptos clínicos y esto provoca que sea difícil distinguir un malestar normal de un trastorno.

Si bien la moda popular de los términos puede facilitar hablar de las emociones o reducir el estigma, el uso incorrecto de palabras como «tóxico», «narcisista», «red flags», «gaslighting», «límites», «trauma», «validar emociones», «estar abrumado», «ansiedad», «depresión», «persona evitativa» y «responsabilidad afectiva», entre otros, genera etiquetas y conceptos erróneos fuera de su significado clínico real. Esto da lugar a un falso diagnóstico que la persona adopta como real.

Para no seguir contribuyendo a este mal uso de los términos, se recomiendan estas pautas:

  • Utilizar un lenguaje simple y humano. En lugar de decir «necesito que valides mis emociones», di «quiero que me escuches y me digas cómo ves lo que siento». Esto ayudará a que las conversaciones sean más claras y menos tecnicistas.
  • Evitar usar diagnósticos como etiquetas. No llamar narcisista, ansioso o tóxico a cualquiera. Es mejor describir conductas. Esto reducirá la desinformación y la estigmatización.
  • Preguntar antes de asumir. Antes de decir «me estás haciendo gaslighting», pregunta: «¿podemos revisar lo que entendimos cada quien? ¿Crees que hay malentendidos?». Esto evita conflictos innecesarios y el mal uso del término.
  • Educar sin regañar. Cuando alguien use el término de forma incorrecta, puedes decir: «en psicología ese concepto se usa para X. Creo que lo que quieres decir es Y». Corregir sin humillar abre puertas a conversaciones más sanas.

Recuerda que no todo malestar es una patología y no todos los problemas requieren una etiqueta clínica; a veces es solo cansancio, estrés o falta de límites, o simplemente un mal día. Por ello, es importante verificar el contenido mental que nos llega de las redes y esto se puede hacer consultando fuentes confiables como psicólogos, instituciones de salud mental, libros serios, entre otros, antes de usar la información con otros.

Como psicóloga puedo acompañarte para revisar vocabulario, evitar malentendidos y promover conversaciones más sanas. No dudes en contactarme para iniciar un proceso de cuidado y crecimiento.

Psicóloga Maricruz Rahme en redes sociales 

Facebook: https://www.facebook.com/share/19YZtS7dDg/?mibextid=wwXIfr

Instagram: @psic.maricruz.rahme

psic.maricruz.rahme@gmail.com

Contacto: 56 1686 1523

Los textos publicados en la sección de Opinión son responsabilidad exclusiva del autor.

Te puede interesar: El vacío que llenamos con compras

Entérate de las noticias por medio de nuestra cuenta oficial en Instagram

El vacío que llenamos con compras

El vacío que llenamos con compras

Por Maricruz Rahme

Todos hemos caído ante una oferta tentadora de un producto o servicio, pero ¿qué pasa cuando solo compramos por comprar? Existen diferentes tipos de compras; entre ellas están las compras impulsivas o irracionales, que se caracterizan por no tener una planificación previa ni una necesidad real, y que suelen estar motivadas por la emoción del momento (tristeza, entusiasmo, ansiedad o euforia).

¿Cómo sabemos que se está comprando por impulso o de manera irracional? Estas son algunas de las características que las identifican:

  • No están planificadas: no forman parte del presupuesto ni de una lista de compras.
  • Son emocionales: se hacen para sentirse mejor, recompensarse o calmar una emoción negativa.
  • Son rápidas: la decisión se toma sin analizar el precio, la necesidad o la utilidad.
  • Suelen generar culpa: tras la compra, muchas personas experimentan arrepentimiento o frustración.

Este estilo de compra se ve favorecido por el estrés, el aburrimiento o la tristeza. Y no podemos olvidar las múltiples facilidades de pago que, combinadas con lo anterior, son el detonante perfecto para realizar dicha conducta.

No debe perderse de vista que las compras por impulso se convierten en alivios momentáneos o generan una especie de «anestesia emocional». Comprar de esa manera puede ser una forma de sentirse valioso o aceptado; en el fondo, se busca llenar vacíos de autovaloración o afirmar una identidad a través del consumo. El acto de comprar genera una ilusión de control y plenitud, aunque sea momentánea.

Una de las terapias recomendadas para esta conducta es la Terapia Cognitivo-Conductual (TCC), la cual ayuda a analizar los pensamientos, creencias y conductas que participan en este problema.

Antes de realizar una compra impulsiva, debemos preguntarnos si es lo que necesitamos o solo es lo que deseamos. Si la compra es en línea, antes de hacer clic en comprar se sugiere dejarlo en la lista o en el carrito y esperar uno o dos días (en la mayoría de los casos la urgencia desaparece). Evaluar el costo emocional, no solamente el económico. Analiza tu estado emocional para identificar si se está comprando por ansiedad, aburrimiento, tristeza, enojo o soledad. Si la emoción es intensa, no tomes decisiones en ese momento.

Si buscas apoyo profesional para abordar este patrón de compra, puedes consultarme. Como especialista, puedo acompañarte para identificar desencadenantes, diseñar estrategias de manejo y crear un plan de intervención personalizado. 

Psicóloga Maricruz Rahme en redes sociales 

Facebook: https://www.facebook.com/share/19YZtS7dDg/?mibextid=wwXIfr

Instagram: @psic.maricruz.rahme

psic.maricruz.rahme@gmail.com

Contacto: 56 1686 1523

Los textos publicados en la sección de Opinión son responsabilidad exclusiva del autor.

Te puede interesar: El papel de la terapia en tu bienestar

Entérate de las noticias por medio de nuestra cuenta oficial en Instagram

El papel de la terapia en tu bienestar

El papel de la terapia en tu bienestar

Por Maricruz Rahme

Las demandas terapéuticas han evolucionado considerablemente en los últimos años. Actualmente se recurre, además de los cuadros clínicos tradicionales—depresión, ansiedad, trastornos de la conducta alimentaria o adicciones—, a menudo por «problemas menores» que, sin ser trastornos mentales, reflejan aflicción o dolor. 
Entre estos se encuentran: el duelo por un ser querido o una mascota, la pérdida de un empleo, conflictos de pareja o rupturas no deseadas, la educación de los hijos, conductas no deseadas de los adolescentes, el estrés laboral, el acoso escolar, el manejo del tiempo, la migración, el dolor crónico, el desgaste físico y mental por el cuidado de otras personas, entre otros. 

En resumen, muchas consultas de psicólogos clínicos hoy se relacionan con situaciones de infelicidad y sufrimiento psicológico. Son personas que se sienten sobrepasadas para afrontar los problemas y dificultades cotidianas y que, con frecuencia, carecen de una red de apoyo familiar y social sólida que pueda brindarles la ayuda necesaria para seguir adelante con el día a día.

Así que acudir a terapia psicológica no significa que uno esté roto, mal o no pueda con el problema. La terapia no es solo para cuando algo «anda mal»; es una forma de cuidar la mente y las emociones.

Algunos de los objetivos de acudir a terapia son:

  • Conocerse mejor: en terapia se aprende a entender cómo pensamos, qué necesitamos y cómo podemos mejorar nuestras relaciones con los demás.
  • Sanar: hay experiencias que duelen y que siguen afectando nuestra vida sin que nos demos cuenta; la terapia ayuda a reconocerlas y a aprender a sentir y a gestionar nuestras emociones.
  • Aprender herramientas: un terapeuta enseña formas sanas de manejar el estrés, el dolor, resolver conflictos, establecer límites y cuidar nuestra autoestima, entre otros.

¿Por qué no hacerlo solos? Todos necesitamos ayuda en ocasiones; hablar con alguien que escucha sin juzgar y que enseña a usar herramientas puede ser un gran alivio.

Alguna vez se ha dicho que ir a terapia debería incluirse en la canasta básica, y parece razonable, ya que es importante cuidar la salud mental antes de que duela demasiado.

Acudir a terapia es un acto de amor propio y de madurez, no para cambiar quién eres, sino para entenderte mejor, vivir con más conciencia y paz interior.

Si buscas apoyo profesional, puedes consultarme. Estoy a tu disposición para ayudarte a comprender tu situación, ofrecerte estrategias efectivas y acompañarte en el camino hacia un bienestar integral. Tu salud mental es una prioridad, y juntos podemos trabajar para mejorar tu calidad de vida.

Psicóloga Maricruz Rahme en redes sociales 

Facebook: https://www.facebook.com/share/19YZtS7dDg/?mibextid=wwXIfr

Instagram: @psic.maricruz.rahme

psic.maricruz.rahme@gmail.com

Contacto: 56 1686 1523

Los textos publicados en la sección de Opinión son responsabilidad exclusiva del autor.

Te puede interesar: Cuando el silencio llena la casa: el duelo por una mascota

Entérate de las noticias por medio de nuestra cuenta oficial en Instagram



Cuando el silencio llena la casa: el duelo por una mascota

Cuando el silencio llena la casa: el duelo por una mascota

Por Maricruz Rahme

“Hasta que no hayas amado a un animal, parte de tu alma estará dormida” (Anatole France). Esta frase encierra un profundo significado para todos quienes hemos amado incondicionalmente a una mascota.

Para quienes no han tenido una, puede ser difícil entender que la muerte de una mascota sea un dolor tan significativo y profundo, incluso más que la pérdida de una persona con la que se tiene una relación cercana y cotidiana.

El duelo es una experiencia única y personal. En el caso particular del duelo por una mascota, es importante destacar que este tipo de pérdidas suelen acompañarse de tres características principales: la culpa, las actitudes sociales y la ausencia de ritos.

La culpa genera un sentimiento de debilidad en el cuidador o dueño, alimentado por la responsabilidad que se siente sobre el animal, especialmente si la muerte ocurrió por accidente o mediante una muerte asistida.

Las actitudes sociales suelen desvalorizar el luto por una mascota, esperando que el dolor sea leve, que la recuperación sea rápida y que no afecte el desempeño laboral, escolar o las actividades diarias. Nada más alejado de la realidad. Esta falta de comprensión puede hacer que quien sufre este duelo se sienta incomprendido o incluso ridiculizado. Sin embargo, en los últimos años ha crecido el reconocimiento del valor emocional del vínculo humano-animal.

Los ritos funerarios, que dependen de las creencias y cultura de cada persona, son fundamentales en el proceso de duelo. En el caso de la muerte de una mascota, la ausencia de estos ritos puede dificultar la aceptación de la pérdida. Actualmente, en algunas regiones ya existen funerarias para mascotas que brindan un manejo respetuoso y entregan los restos acompañados de recuerdos personalizados. Muchas personas prefieren, además, realizar una sepultura casera en el patio o jardín de su hogar.

Existen algunas actividades que pueden ayudar a consolar la pérdida de una mascota:

  • Rendir homenaje, por ejemplo, guardando sus objetos en una caja especial, plantando un árbol o escribiendo una carta.  
  • Hablar sobre el tema con personas que comprendan el vínculo afectivo.  
  • Buscar apoyo terapéutico si el dolor se vuelve abrumador.  
  • Participar activamente en fundaciones o grupos de rescate animal.

Reconocer y validar este tipo de pérdidas ayuda a procesar el dolor de forma saludable, evitar sentimientos de culpa o negación, y fomenta una mayor empatía en la sociedad frente a este sufrimiento.

Cada mascota es única e inolvidable, y deja una huella imborrable en el corazón. Por eso, no debemos cerrar el corazón, sino abrirlo para volver a amar.

Si estás atravesando la pérdida de una mascota y te sientes abrumado por el dolor, te invito a buscar ayuda profesional. Como especialista en duelo y bienestar emocional, puedo acompañarte en este proceso para facilitar la expresión y gestión de tus emociones. No dudes en consultarme para recibir el apoyo que necesitas en este momento tan delicado.

Psicóloga Maricruz Rahme en redes sociales 

Facebook: https://www.facebook.com/share/19YZtS7dDg/?mibextid=wwXIfr

Instagram: @psic.maricruz.rahme

psic.maricruz.rahme@gmail.com

Contacto: 56 1686 1523

Los textos publicados en la sección de Opinión son responsabilidad exclusiva del autor.

Te puede interesar: Reconstrucción de mama: más que una reconstrucción física

Entérate de las noticias por medio de nuestra cuenta oficial en Instagram

¿Vacaciones de las vacaciones?

¿Vacaciones de las vacaciones?

Por Maricruz Rahme

¿Por qué sentimos la necesidad de tomar un descanso tras vacacionar?

La necesidad de descansar después de haber tomado vacaciones es más común de lo que parece y estas son algunas de las razones del por qué nos sentimos así.

Al síndrome postvacacional, también se le conoce como depresión postvacacional. Esto surge para darle un nombre al conjunto de síntomas como la ansiedad y la depresión que aparecen cuando una persona tiene que volver a adaptarse a su rutina laboral o académica.

Algunos síntomas que suelen aparecer son insomnio, apatía, ansiedad, problemas para concentrarse y fatiga, entre otros. 

Éstos aparecen por el cambio brusco de pasar de un periodo de vacaciones donde hay ausencia de responsabilidades y presencia de actividades placenteras, donde nos acostumbramos a un ritmo más relajado, a comer en horarios irregulares y a dormir y levantarnos más tarde a una rutina, a donde hay estrés por las responsabilidades, el cumplimiento de horario, la carga laboral, etcétera.

¿Qué podemos hacer para facilitar nuestra adaptación a la rutina? Estas son algunas sugerencias: regresar un par de días antes de volver al trabajo, preparar una agenda que no esté tan cargada durante los primeros días, mantener hábitos saludables como una buena higiene del sueño, alimentación ligera y una actividad física moderada e introducir algunas actividades gratificantes en los primeros días de reincorporación, entre otros.

Es importante recordar que las vacaciones ayudan, pero no borran el estrés crónico. Lo ideal es dividir el periodo vacacional total en varias mini vacaciones a lo largo del año.

Si los síntomas postvacacionales persisten por más de dos semanas, se sugiere acercarse a un especialista para pedir orientación.

Psicóloga Maricruz Rahme en redes sociales 

En Facebook: https://www.facebook.com/share/19YZtS7dDg/?mibextid=wwXIfr

Instagram: @psic.maricruz.rahme

Los textos publicados en la sección de Opinión son responsabilidad exclusiva del autor.

Te puede interesar: El rugido eterno de Chengdu

Entérate de las noticias por medio de nuestra cuenta oficial en Instagram





IC IZA: El reto de la plenitud

En un nuevo episodio de México Habla, el podcast, Perla Encinas, tiene como invitada a Lily Domit, diseñadora del programa de desarrollo humano y crecimiento personal, IC IZA.

Este proyecto tiene como finalidad incrementar la calidad de vida de las personas.

El programa IC IZA, se llama así, porque son dos palabras en náhuatl y significa “renacer dichoso” o “reinventarte en gozo”.

Lilly Domit nos platica cómo surge la idea, cómo se conformó el equipo y la investigación profunda, de más de 25 años, sobre la sabiduría de los pueblos prehispánicos.

El objetivo es dar a conocer esa filosofía del bienestar, pero ir más allá, aplicarla en un programa de crecimiento personal que genere un impacto positivo en la vida de hombres y mujeres del Siglo XXI.

Así, en esta interesante conversación, Lily Domit nos comparte detalladamente en qué consiste este programa de desarrollo humano, cuyo fin es alcanzar la plenitud en las tres esferas de la experiencia humana: cuerpo, mente y espíritu.

¿Quién es Lily Domit?

Lily Domit realizó sus estudios de Ciencias de la Comunicación en la Universidad Anáhuac de la CDMX.
Cuenta también con estudios de problemas de aprendizaje en niños y adultos en la facultad de Psicología de la Universidad de Texas y con un diplomado Mente-Cuerpo con el Dr. Bernie Siegel, en Conecticut, NY.
Además, tiene una Maestría en Psicoterapia Gestalt, con especialidad en psicoterapia individual, de grupo y de parejas.
Fue cofundadora y Directora del programa Cálevi. 
Ha sido reconocida con el Premio Nacional de la Mujer 2020, por su trayectoria como Directora de Diseño y Divulgación de Programas de Desarrollo Humano. 
Es cofundadora y Directora de la Fundación Internacional de Unidad Humana, comprometida en el diseño de contenidos y divulgación del programa “El reto de la plenitud”.
Es coautora del libro “Tesoros Vivientes”, junto con el fotógrafo Ángel Alcalá. 
Da conferencias, cursos y seminarios a nivel nacional e internacional.

Más información en https://plenitudazteca.com/ic-iza
@icizaelretodelaplenitud en Instragram y @plenitudmireto en Twitter

Sigue a Perla Encinas en Instagram: @perlisencinas

Escucha el podcast aquí:

Siguenos en nuestra cuenta oficial en Instagram

Salir de la versión móvil