México avanza, más ingresos y más estabilidad
El Ágora
Por Ana Gómez
Los datos no mienten y México está avanzando hacia una sociedad más justa y equitativa. La Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH) 2024, publicada recientemente por el INEGI, ofrece una radiografía alentadora de la economía doméstica en el país.
El ingreso corriente total promedio mensual por hogar alcanzó los 25,955 pesos, lo que representa un incremento real del 10.6 % respecto a 2022. Esta cifra no es menor, porque implica que millones de familias mexicanas están viendo una mejora tangible en su capacidad económica, en un entorno que ha sido marcado por la recuperación postpandemia, la estabilidad inflacionaria y el fortalecimiento de programas sociales que implementó la cuarta transformación.
El principal motor de este crecimiento sigue siendo el trabajo, debido a que los ingresos laborales representan el 65.6 % del ingreso total de los hogares, lo que confirma que, pese a los desafíos estructurales, el empleo formal e informal sigue siendo el sustento de la mayoría de las familias.
A esto se suman las remesas. Un fenómeno que ha cobrado fuerza en los últimos años, donde los hogares de menores ingresos, son mayormente beneficiados por estas transferencias desde el extranjero, que representan hasta una tercera parte del ingreso total, lo que refleja no solo la solidaridad transnacional, sino también la resiliencia de las comunidades migrantes mexicanas.
Otro dato que merece atención es el aumento del gasto en salud, que creció 8 % respecto a 2022. Aunque algunos lo interpretan como una presión adicional para los hogares, también puede leerse como una señal de mayor acceso y preocupación por el bienestar físico. Así mismo, el gasto en educación se mantiene estable, lo que sugiere que las familias siguen apostando por el futuro de sus hijas e hijos, incluso en contextos de incertidumbre.
En conjunto, estos indicadores configuran un panorama esperanzador, donde México está creciendo desde sus hogares, desde sus economías familiares, desde la cotidianidad de quienes trabajan, emprenden y cuidan. Pero como toda fotografía social, también revela sus sombras.
La brecha de ingresos entre hombres y mujeres persiste. Según la ENIGH, por cada 100 pesos que perciben los hombres, las mujeres reciben apenas 65.8 pesos. Esta desigualdad no solo es injusta, sino que limita el potencial económico del país. Las mujeres mexicanas trabajan, cuidan, educan y sostienen comunidades enteras, pero siguen enfrentando barreras estructurales que les impiden acceder a ingresos equitativos, empleos dignos y oportunidades de desarrollo.
Frente a este desafío, la presidenta Claudia Sheinbaum ha asumido un papel activo, desde el inicio de su administración, ha impulsado programas sociales enfocados exclusivamente en mujeres, con el objetivo de cerrar brechas históricas y dignificar el papel femenino en la economía nacional. Iniciativas como Mujeres con Bienestar, Apoyo a Madres Trabajadoras y Créditos para Emprendedoras han comenzado a transformar realidades en comunidades rurales y urbanas, ofreciendo no solo recursos, sino también autonomía.
Estos programas no son asistencialismo, son justicia para todas las mujeres de nuestro país. Reconocen que la desigualdad de género no se resolverá con discursos, sino con políticas públicas sostenidas, con presupuestos etiquetados, con voluntad política. Y aunque el camino es largo, los primeros pasos ya están dados.
La ENIGH 2024 nos recuerda que el país está avanzando, pero también que no todos avanzan al mismo ritmo. Celebrar los logros sin ignorar las brechas es el reto de una sociedad madura. México necesita seguir creciendo, sí, pero también necesita crecer con equidad.
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*Los textos publicados en la sección de Opinión son responsabilidad exclusiva del autor.
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